//Lucy – Cuento

Lucy – Cuento

Somebody calls you, you answer quite slowly
A girl with kaleidoscope eyes
The Beatles

POR: Esaka

El contenido de esta entrada está bajo licencia de CC BY-NC-ND / Conocer más

Imagen de Toufik El Fachati, recuperada de unsplash.com



 

Cuando Lucy se fue de casa se llevó solo una maleta en la que cupo su ropa, el sueño de los sesentas a inicios de los dos miles y tres cuadros de LCD, los que nos sobraron.

 

Se fue porque dijo que no podía vivir más en una ciudad gris, que el dragón no coincidía con la decoración ni con la ciudad, que el dragón era suyo, los colores eran suyos… y se los arrebataba la ciudad, que yo no lo veía porque a mí ya me había quitado los colores.

 

Alguna vez leí que las cuevas de los dragones estaban siempre escondidas detrás de cascadas.

 

Mi departamento se encuentra rodeado de edificios, todos grises, y en la entrada del mío se encuentra una banca roja, solo tengo qué asomarme para notarla. Diario, a las 11:00 a.m. Ni un momento antes ni después, irremediablemente se encuentra vacía.

 

Lucy trabajaba en una cafetería, el día que la conocí la máquina se descompuso y no dejaba de salir café, en cascada.
Le dije que esas caídas de agua resguardan dragones, los dragones tesoros, y que el tesoro de una cascada de café debía ser más valioso.

 

Cuando renté el departamento el dueño me dijo que no se permitían mascotas dentro de la casa, le dije que no había problema, que solo teníamos el dragón de mi novia, ambos reímos.

 

El café lo derramo a las 10:55 a.m. por la ventana, antes de que se acabe de tirar espero que Lucy regrese. En el momento en que la última gota se derrama espero que el dragón se vaya.

 

Se acabó mi último cuadro.