La pandemia nos ha dejado muchas experiencias y actividades, algunos querrán quejarse del encierro mientras que otros lo han aprovechado como nunca antes. De manera muy personal y después de dar muchas vueltas en la cama, llegué al camino sin salida de muchos Otakus: ver (finalmente) Naruto.
POR: Sanleera Vexadan
Imagen de Robina Weermeijer, recuperada de unsplash.com
No voy a hablar de la serie, la historia o el dilema eterno de si es o no mejor que Dragon Ball (ya hay muchos artículos dedicados a ello)
Sin embargo; hay algo que me gustaría resaltar.
En la temporada 8, hay un capítulo del relleno en donde aparece un personaje llamado “Yakumo Kurama”, una niña con nada particular, excepto por su Jutsu de ilusión capaz de engañar al cerebro de los mamíferos. El Jutsu de esta señorita podría parecer muy conflictivo porque una vez que su oponente entra en su ilusión, todo lo que suceda durante la misma se convierte en realidad; es decir, puede dañar, matar o desaparecer a sus oponentes con sólo imaginarlo. Y esto funciona porque el cerebro de la víctima se ve envuelto en algo que parece tan real que finalmente se lo cree y su cuerpo expresa los daños recibidos.
Al notar tan interesante dato, de inmediato supe que tenía que usar ese capítulo para explicar a mis alumnos de Neuropsicología el tema de “Evolución de la corteza cerebral”. Así que puse manos a la obra.
Imagen de Robina Weermeijer, recuperada de unsplah.com
El cerebro de los mamíferos es bastante más desarrollado que el de otras especies. En orden de jerarquía, los humanos somos (en teoría), los seres más evolucionados, mientras que otras especies como los insectos, han sido mucho menos bendecidas (ajá…) Y es por esa razón que mientras que el Jutsu de Yakumo representa todo un reto para nuestros amigos de la aldea de la hoja, el confiado (y extravagante) Shino Aburame, tiene un as bajo la manga capaz de resolver la situación: Sus insectos. Porque claro, al no tener una corteza cerebral, los insectos de Shino no pueden ser afectados por el Jutsu de Yakumo.
Así entonces, en este interesante capítulo, los insectos del buen Shino representan toda una ventaja para los shinobis de la Hoja ya que valiéndose de su arcaico sistema nervioso, logran poner a salvo a nuestros amigos, dándonos así algo en qué pensar: ¿Realmente representa nuestro cerebro una adaptación evolutiva o es por el contrario un arma que podría acabar con nosotros? ¿Podrían ser las ilusiones sensoriales tan peligrosas como un jutsu de ilusión?
Y a quien las preguntas anteriores le parezcan una exageración sin fundamento, tal vez debería pensar en los siguientes fenómenos: Espejismos en el desierto, en la nieve o en las montañas, ilusiones ópticas de cosas que parecieran estar pero no están, percepción equivocada de la realidad o hasta trastornos mentales tales como esquizofrenia.
Y ahora, ¿Qué piensas?